Ya no tengo 15 años..

Hace poco vi un anuncio que decía "Es fácil ser padre, lo complicado es ser hijo" y la verdad es que no lo entendía. No entendía como los creadores de ese anuncio lo habían orientado así, me impresionó la verdad. Pero estos últimos meses me he dado cuenta de que tenían toda la razón.. No digo que ser padre sea fácil porque cada uno sabe lo que tiene en su casa, me imagino que no será fácil cuidar a un hijo, educarlo, mantenerlo, aguantar la edad del pavo, adolescencia, etc. y muchas más cosas.
De momento, yo solo soy hija, y desde mi punto de vista, tampoco es fácil ser hija. Sobretodo si eres hija única y estás todo el dia protegida por tus padres, hasta que te das cuenta que te quieren proteger hasta tal punto que te consiguen hacer una inútil integral. Al principio me acostumbraba e incluso me gustaba, pensaba "¡Que chollo! Lo hacen todo ellos". Vivía sin preocupaciones, lo hacían todo ellos. Pero claro una empieza a crecer y a cumplir años, deja de jugar al Nenuco y comienza a salir con las amigas y hay empiezan los problemas.
 Cuando empiezas en esta nueva etapa, pues es extraña: "salir sin nuestros padres" así que a la hora que te dicen que te van a recoger pues no te quejas por si acaso se enfadan.Pero cuando cumples años y llegas a ser una chica de casi 20, pues te mosquea que te sigan tratando igual que si tuvieras 15.
Sé que los padres quieren lo mejor para los hijos y todo eso, y no lo discuto, pero que también nos entiendan a nosotros: hemos dejado de ser sus pequeños, hemos crecido, conocido a gente nueva y tenemos una "nueva" vida con gente de nuestra edad.
Yo siempre pienso: "los padres también han sido hijos, ¿ellos también pedían permiso para salir?" Porque que tenga que pedir permiso para pasar un fin de semana en casa de unas amigas y me suelten "No entiendo el plan que llevas, ya salistes el fin de semana pasado, etc."
Me da una vergüenza ahora tener que mandar un mensaje a mis amigos diciendo que no voy a ir porque mis padres no me dejan.
Señores papas, no somos los pequeñines de siempre, tenemos 20 años para unas cosas y para otras. Somos adultos.